ÉTICA: La atención se fundamenta en el respeto por la vida, con la más estricta reserva profesional, dada a todos los pacientes sin distingo de nacionalidad, orden económico- social, racial, político o religioso.
INTEGRIDAD: Ser profesional no es únicamente ejercer una profesión, sino que implica realizarla con conocimiento del servicio en que ejercemos, lealtad a las normas éticas y buscar el mejoramiento de la salud de los pacientes.
RESPETO: Se tienen en cuenta la dignidad y valores inherentes de cada paciente, así como del recurso humano.
RESPONSABILIDAD: Con el desarrollo de competencias de nuestro recurso humano que garantice la atención integral a nuestros pacientes.
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